El Bull Terrier es un perro que detesta estar solo, disfruta a la gente y su presencia, lo que lo hace no muy bueno como perro guardián; avisará de la presencia de extraños pero de ahí no pasará pues no es un perro muy ladrador; y es curioso, es una raza que emite algunos pequeños ruidos como gruñiditos.

De su amo y su familia demandará atención por ser una raza dependiente; atenciones a las que corresponderá con una incondicional lealtad; con los niños si esta habituado a ellos disfrutará jugando hasta el cansancio por su carácter activo, curioso, lleno de energía y divertido.

Por la sangre que lleva de los antiguos perros de pelea es muy resistente al dolor y muy tenaz, aunque afortunadamente ha ido perdiendo su agresividad original y por la sangre de terrier es muy directo, obstinado y hasta desobediente.

La persona que posea un ejemplar de Bull Terrier deberá ser un amo con buen sentido del humor y carácter firme para soportar sus payasadas y dado que es una raza dominante cuando sea necesario reprenderlo con energía pero sin violencia, pues si se le maltrata puede resultar contraproducente.

Su relación con otros perros y otras mascotas dependerá de cómo sea criado y entrenado pues como terrier buscará en animales más pequeños una presa a la cual cazar, no se le debe permitir bravuconear con otros perros ya que como sabemos es un perro que antaño se utilizó para el combate.