Un cuerpo laaaargo, laaargo, grandes orejas
y unas arrugas que le dan la apriencia de no haber roto un
plato en la vida, sentado en nuestro sillón favorito,
nos mira con esa cara y es imposible bajarlo, mejor nos cambiamos
a una silla o simplemente nos sentamos en el suelo. Ni modo,
es el
BASSET HOUND |