LA CRIANZA DEL
CHIHUAHUEÑO
Ing. Jorge Moreno G.
¿CON QUE PROPOSITO LO HACEMOS?
Cuando decidimos cruzar a nuestro
perro (a) es importante conocer ciertos elementos que pueden
ayudarnos a que el resultado de esa cruza, sino es lo que precisamente
esperamos, al menos resulte en algo agradable y sin problemas. La
situación cambia cuando pretendemos ser criadores profesionales,
entonces nos encontramos ante ciertas condiciones, parámetros, reglas y
demás lineamientos éticos que a la vez que restringen y condicionan,
también posibilitan la reproducción pero por un camino más angosto.
Existe también el camino ancho, el camino fácil donde la ética no
aparece por ningún lado; es el cruzar por cruzar, el cruzar por
simplemente producir, sin ninguna restricción, sin ningún
remordimiento, sin conocimiento del por qué y para qué se hacen las
cosas.
Como simpatizantes, aficionados y sobre todo aquellos que ya
nos la damos de criadores, estamos obligados a conocer cuáles son los
defectos, padecimientos y situaciones específicas más comunes en el
chihuahueño, este es el principio básico y fundamental que por amor a
la raza debemos conocer. No pretendo en este artículo dar un tratado
donde se analicen cada uno de los problemas inherentes al chihuahueño,
sino dar algunos fundamentos básicos y generales de cómo manejar
algunos de esos problemas, ya será tarea de los interesados investigar
al nivel que gusten sobre el tema.
Muchas veces cuando se trata de hablar de calidad de perros
nos referimos a 3 calidades; que son mascota, reproductor y exposición;
esta clasificación va de acuerdo a los defectos que presente el
ejemplar en cuestión y a qué tanto cumple con lo que marca el estándar.
Aquella persona que pretenda ser un Criador Profesional debe tener
como propósito principal un estricto apego al estándar o norma racial
que a su raza aplica, en este caso al chihuahueño, y no solo el
cumplimiento de ese estándar, lo cual viene a ser solo parte de los
requerimientos, sino otras características y situaciones que como
conocedores de la raza sabemos y debemos de cuidar y que el estándar no
menciona de manera muy explícita, entre ellos se encuentran los
siguientes:
- El temperamento
- Las cuestiones sobre la luxación de
rótula
- Los distintos problemas de mordida
- El proceso del descenso de los testículos
- La presencia de mollera
- El colapso de tráquea
- La genética de los colores
- Las modas en el chihuahueño
- El calendario de vacunación
- Las hernias
- La Hipoglucemia
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Es importante tener presente que los
problemas o defectos suelen trasmitirse más de abuelos a nietos, y en
menor proporción de padres a hijos, obviamente también pudieran
aparecer en generaciones más lejanas.
Existe muchas veces el decir entre propietarios y criadores:
“Tiene tal cosa…, pero no la transmite”, eso es ridículo y nada
profesional. Para cualquiera que tenga gusto por la raza, y con más
razón aquel que pretenda ser un criador no debe ser tolerante en esos
casos, tales ejemplares no deberían reproducirse. Cuando pretendemos
tomar “Atajos”; lo que equivaldría a pasar por alto algún defecto,
creyendo que así acortamos el camino de la crianza, realmente lo
que estamos haciendo es ponernos trampas a nosotros mismos, pues nos
hacemos el camino más largo y difícil.
Como parte de la alta consanguineidad que ya hay en todas las
razas, propio del proceso que se ha llevado a cabo para su desarrollo y
conformación, existe un sinnúmero de padecimientos propios para cada
una de ellas, de tal forma que si admitimos o toleramos algo, estamos
contribuyendo a que ese defecto tome tal fuerza que posteriormente
resulte muy difícil erradicar. Aquí nos preguntaríamos ¿Cuál es ese
gusto o amor por el Chihuahueño, si estamos contribuyendo a su
deterioro?
El genuino interés por la raza es requisito fundamental que
le da sentido al hecho de estar criando. Independientemente de
cuál sea nuestra motivación personal para encontrarnos en este deporte
que es la Canofilia, la cual puede ser de índole económica, ejercicio
profesional, proyección personal o simplemente gusto por la raza, entre
otros. Nuestro propósito para estar criando siempre deberá ser
“Contribuir en el Mejoramiento de la Raza”. Si cada uno de los que nos
encontramos en ello perseguimos y somos fieles a este fin, la parte
económica se dará por inercia, como una consecuencia. Ese debe ser
nuestro objetivo principal “Criar con Conocimiento en busca de
Perfección”, conscientes de que nunca llegaremos pero convencidos de
que con esfuerzo poco a poco nos acercaremos.
REFLEXION ETICA PARA EL CRIADOR.
Nunca es tarde para rectificar en la crianza, todos sin
excepción de uno solo, hemos cometido errores, hemos tolerado o pasado
por alto situaciones que de antemano sabíamos eran incorrectas, y
aunque sabemos que esto es parte de la condición humana, no
podemos quedarnos con eso a manera de consuelo, pues nos dejaría en la
mediocridad. En cada uno de nosotros y de acuerdo a la etapa de nuestro
propio proceso, esta la oportunidad de reconocer y corregir nuestros
errores, de tal forma que tomemos el firme propósito de no cometerlos
más, con el convencimiento de que cada día es la oportunidad de
avanzar, de crecer, de ser mejores como canófilos y como personas. Para
esto también será necesario desprendernos de la soberbia, del falso
orgullo que nos hace creer que ya lo sabemos todo, que somos perfectos y
que nuestros perros son los mejores. La humildad será entonces
indispensable pues solo adquiriendo este valor estaremos bajo la
condición que permita tomar las decisiones adecuadas para lograr lo que
como criadores nos hemos propuesto.
Cabe advertir que en el camino como criador no faltará
quienes pretendan boicotear nuestro trabajo de muy diversas formas, mas
sin embargo no debemos desanimarnos, ni desgastarnos, mejor enfoquemos
nuestra energía avocándonos al logro de nuestros objetivos y lo
veremos reflejado en nuestros Chihuahueños.