Aunque existen evidencias de la relación del perro con el ser humano en muchas y muy antiguas culturas como la egipcia o la china, fue en Inglaterra durante la época de Isabel I (1533-1603) que se tiene las primeras evidencias de la estética canina, aunque no específicamente de los métodos. Se cree que en los mercados había personas que realizaban esta actividad.
Hay que considerar que en Europa por el tipo de clima se tenían razas de perros de pelo largo o semilargo y quizá la estética surge de una necesidad primaria de permitir que los perros pudieran cumplir con su función zootécnica de una mejor y más cómoda manera. Mucho se habla en el caso de los Poodles que los cortes se originaron para que el pelo no estorbara o dificultara el cobro de las piezas muertas por el cazador que caían en los fríos ríos o lagos europeos y que el perro recogía. En un principio se rasuraron totalmente pero los perros se enfermaban de las vías respiratorias y de las articulaciones, por lo que se les empezó a dejar pelo en esas regiones, en la zona renal y el pompón de la cola era para seguir el curso del perro mientras nadaba en el lago.
Durante el Renacimiento en el siglo XV, los perros afortunados que vivían dentro de las cortes gozaban de los mismos lujos que sus dueños y eran atendidos por estilistas profesionales llamados “Demoiselles” que atendían principalmente a perros de pelajes rizado.
En el Siglo XVII época de Luis XV el Poodle fue el perro oficial de la corte francesa y de ese tiempo se tienen los primeros registros de la existencia de salones de belleza para perros.
En el Paris del Siglo XIX, estos estlistas “Demoiselles” se concentraban a las orillas del Río Sena en el Puente de las Artes donde los domingos la gente se reunía para jugar con sus perros lanzando varitas al río para que estos las recobraran; Entonces los demoiselles secaban a los perros y les hacían algún corte de pelo. También por ese tiempo se hacen los primeros baños antipulgas, sumergiendo a los perros en agua con azufre.
Por el mismo tiempo la princesa Eugenia una de las tantas esposas de Napoleón III se hacía peinados inspirada en el Poodle con el pelo acordonado.
Así como se fueron estilizando los estilos de pelo en la gente, en los perros también se fueron modificando e incluso algunos entraron en desuso, como en el caso de los Poodles acordonados; pues era tal el largo del pelo en los hombros y pecho del animal, que éste se arrastraba, o simplemente el pelo de la copete cubría la cabeza, por lo que los dueños comenzaron a atar ese copete con un hilo o un listón.
A partir del siglo XX la estética canina es un reflejo de la sociedad, como en los años 60’s durante el movimiento Hippie, se podía ver a los famosos “niños de las flores” como estos jóvenes se autoproclamaban, pues así se podía ver a los perros, ya fuera adornados con flores, o con el pelo teñido de diferentes colores.
Actualmente la estética canina ha tomado gran importancia a lo largo del mundo, hay tendencias de moda en el arreglo de las razas, grandes escuelas para estilistas, salones para perros y excelentes estilistas.
Algunas gentes siguen llevando a arreglar a sus mascotas por moda o por esnobismo pero afortunadamente las más, lo hacen por un entendimiento de una mejor salud y condición de nuestros perros.