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Historia del Akita Americano, antes El Gran Perro Japonés

Hace más de 15 000 años lo que ahora conocemos como el Japón insular al norte estaba conectado gracias a los grandes hielos con Rusia por medio de la Península de Kamchatka, y al sur conectado al continente en la Península de Corea.
En el año 660 a. C. los primeros habitantes de estas islas fueron los nómadas del norte, que llevaron consigo a sucesores de los perros prehistóricos, esto se puede constatar en dibujos y artefactos de la edad de Bronce de Yayoi que muestran perros de orejas erectas y cola rizada.
Estas tribus fueron expulsadas por emigrantes de Corea y China que se asentaron en esas islas e impusieron la agricultura.

Con la disolución de los grandes hielos este conjunto de islas quedo aislada y en ellas los perros nativos de tipo spitz, llevados por las tribus nómadas comenzaron a diferenciarse de acuerdo con el tipo de terreno y clima de la región, ya que en el Japón encontramos climas tropicales al sur y climas fríos al norte. Para esta diferenciación también fue muy importante la función para la que fueron destinados estos perros.

Japón tuvo socios comerciales al norte con los rusos y los mongoles, al sur con los coreanos y chinos. Pero también tuvo socios comerciales que venían de más lejos.

En el libro Crónica del Japón Medieval datado 712 d.C. ya se menciona a perros de color blanco, y también se hace mención de perros en el libro Las Crónicas de Japón de 1016.
Desde la Era llamada Kamakura (1186 a 1316) hay documentos escritos como el libro Historia de las nueve generaciones de Hojo, escrito por Takatoki Hojo que hablan sobre las peleas de perros en el Japón, además de ser esta actividad muy importante en el desarrollo de la cultura Samurai.

La seda fue un producto muy importante en el siglo XVI que hizo que pueblos como los portugueses llegaran a la isla trayendo con ellos perros europeos.

Durante el Período llamado Edo (1603 a 1867) el quinto Shogun Ieyasu Tokugawa aumento el comercio con otros países europeos especialmente con los holandeses e ingleses quiénes también trajeron perros cazadores por vista de Europa. De los que se menciona Tokugawa tenía varios para la caza del antílope japonés.
En 1640 el hijo de Tokugawa vuelve a cerrar por 200 años las fronteras del Japón a los extranjeros. El único puerto que queda libre era el de Yokohama. Este aislamiento se rompe con la llegada en los años 1800’s de Admirante Estadounidense Perry a la Bahía de Tokio.

Nuevamente los puertos fueron abiertos a los extranjeros, entre ellos a holandeses y alemanes que llegaron a trabajar como ingenieros en las minas de las montañas de la isla de Honshu, en esta isla se encuentra la prefectura de Akita y en ella la ciudad de Odate región fría y escarpada en donde las piezas de caza eran el jabalí, el alce y el oso por lo tanto los nobles desarrollaron un perro te tamaño mediano apto para este tipo de caza, en ese clima y terreno y a los que denominaban por su función Matagi Inu (perros de cacería). Estos perros trabajaban por pareja, un macho y una hembra, y una vez que alcanzaban la presa la sostenían hasta que el cazador llegaba para aniquilarla. Por su región de origen también se les llamaba Odate Inu (perro de Odate).

Los Samurais miembros de la clase militar del Japón eran muy afectos a las peleas con perros como espectáculo, y los que llamaban Ichinoseki Akitas (Akitas de pelea) ya que consideraban que era una forma de preservar el espíritu de lucha de estos guerreros. Para ello utilizaron a los antiguos perros de cacería cruzados con el tosa y otras razas de mastines traídos desde Europa.
Para aumentar su talla y la capacidad de combate a los perros del norte, a los de la Ciudad de Odate en la prefectura de Akita se les adicionó sangre de Gran Danés y de Mastín Tibetano, pero se perdieron algunas características físicas del perro original tipo spitz.
Para los años 1800’s y principios de los 1900’s este tipo de perros llamados (perros incrementados) o Shin Inu tenían razgos amastinados como orejas caídas, piel suelta y arrugas en la cabeza.

En 1842 el médico Alemán Phillipp Franz von Siebold que llegó a la ciudad de Dejima como médico de una delegación comercial holandesa en Japón publica su libro “Fauna Japonica” en esta obra hace mención de los 3 diferentes tipos de perros que se encontraban en Japón, habla de sus posibles orígenes, describe su físico, temperamento y alimentación. Esta obra se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Tokio.

En el año 1900 dos perros Odate Inu fueron presentados al Emperador Taisho y para 1914 dos perros se presentaron en la Exposición Taisho, en donde ganaron premios de Plata y Bronce.

Shozaburo Watase quién en 1915 escribió un articulo acerca de los perros japoneses en la revista Inu (perro). Inicia un movimiento enfocado a conocer más y a preservar a los perros nativos del Japón
En 1920 el Dr Watase se desplaza hasta Odate buscando algunos perros.
Gracias a que el norte del país estaba relativamente aislado y vivía de la agricultura se pudo juntar un grupo de 9 perros Matagi Inu como base genética. Desgraciadamente estos tenían muy diferentes tipos lo que propició un encuentro en 1922 en la junta de la Sociedad Zoológica Japonesa con el tema “El origen de los perros Japoneses”.
Alrededor de 1926 este tema se vuelve a debatir en el escrito de Hiroshi Saíto “La historia y preservación de los perros japoneses”

Entre 1927 y 1928 se crean dos clubes especializados de la raza, el Akita Inu Hozonkai (AKIHO) y el Nipponken Hozonkai (NIPPO), este ultimo comienza a registrar perros y a organizar exposiciones. Para este tiempo el gusto por las peleas de perros deja de ser popular.
En 1931 los esfuerzos de preservación del profesor Watase fueron recompensados pues la raza era declarada por el gobierno japonés como Monumento Natural, se le deja de llamar Odate Inu y se les renombra Akita en honor a su lugar de origen.

En el periódico Asahi en 1932 aparece una historia que afianza el concepto de lealtad de la raza: los protagonistas el Profesor Eisaburo Ueno de la Universidad de Tokio y su perro de apenas dieciocho meses de edad Hachiko, se cuenta que el profesor todos los días tomaba el tren para ir a su trabajo en la estación de Shibuya y el perro lo acompañaba. Al terminar su jornada de trabajo y regresar a Tokio Hachiko ya lo estaba esperando.
Desgraciadamente el Profesor muere repentinamente pero Hachiko siguió esperando el retorno de su amo en la estación del tren todos los días hasta su muerte a la edad de 11 años y 4 meses. Es por eso que se le llama Chuken Hachiko ( Hachiko el Leal) y se le erigió una primer estatua frente a la estación del tren en 1934 y posteriormente en su lugar de nacimiento la Ciudad de Odate otra. (El cuerpo de Hachiko se puede encontrar disecado en el Museo de Historia natural de Tokio)

Eisaburo Ueno
Hachiko
Hachiko en Shibuya
Hachiko en Odate

Para 1934 el Club NIPPO redacta la primera norma racial y se basan en escritos históricos sobre la raza, artículos de revistas, observación de los perros y otras fuentes entre ellas la “Fauna Japónica”.

En 1937 la escritora Hellen Keller visita la Prefectura de Akita para dictar una serie de conferencias y al regresar a los Estados Unidos llevaba consigo un perro Akita como mascota, Este fue el primer Akita que llegó a ese país el cual murió un año después de Distemper. En 1939 se le envía otro ejemplar como regalo que vivió con ella hasta su muerte en 1945. En sus libros hace mención a sus perros.

Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, fue muy difícil mantener a los perros debido a la escasez de alimentos. en la Prefectura de Akita y por orden del gobierno todos los perros debían ser capturados y sacrificados para que sirvieran como alimento y sus pieles como complemento de los trajes militares. Los perros que se salvaron fue o porque trabajaban con los militares o porque fueron escondidos por sus propietarios o vivían en regiones demasiado rurales de la prefectura de Akita.
Al finalizar la guerra la raza estaba casi extinta pero en 1948 surge un tercer Club de la raza el Akitainu Kyokai (AKIKYO).
Los otros dos clubes seguían activos y cada uno tenía sus propios registros, su propia norma racial y organizaba sus propios eventos, aunque había ejemplares que estaban registrados en los tres clubes y participaban en los diferentes eventos que estos organizaban.
Con los pocos ejemplares que quedaron después de la guerra se inició un etapa de reconstrucción de la raza para lo que fue necesario incluir en la sangre de los Akitas rescatados, sangre de otros perros japoneses y sangre de Pastor Alemán, y para esa época existían Matagi Akitas (Akitas de cacería), Ichinoseki Akitas (Akitas de pelea) y Shepherd Akitas (Akitas con cruza de Pastor Alemán).

Kongo-Go Perro de la línea Dewa
Goromaru-Go Perro de la línea Ichinoseki

De aquí surgen las dos más importantes líneas antiguas de Akitas, la línea Dewa representada por un ejemplar llamado Kongo-Go y la línea Ichinoseki representada por un ejemplar llamado Goromaru-Go.
La línea de Kongo-Go era de perros muy ganadores en las pistas de juzgamiento pero sus predecesores eran aquellos perros Shin-Inu cruzados con mastines por lo que pronto fue desechada por los criadores japoneses de Akita avocándose a la línea de Goromaru-Go que cubría mejor sus expectativas de lo que era para ellos el Akita, orejas pequeñas, piel sin arrugas y ajustada y colas firmes

Después de la guerra algunos oficiales estadounidenses de las fuerzas de ocupación querían tener un Akita como mascota debido a las muy buenas referencias sobre la raza hechas por la Sra Hellen Keller, esto junto con la dificultad de conseguir alimento originó que los precios de estos perros fueran elevados por los japoneses y se vendieran perros mestizos que parecían Akitas. Pronto hubo una gran variedad de colores.
Los mejores perros fueron declarados monumentos naturales y se le prohibió la salida de Japón.
Los soldados al retornar a los Estados Unidos llevaron consigo estos perros sin importarles ni la calidad ni la línea de sangre a la que pertenecían fue así como a la costa Este de los estados Unidos llegaron perros de la línea Dewa, parecidos a los perros de los años 60’s en el Japón y a la costa Oeste perros de la línea Ichinoseki Parecidos a los perros Akita actuales.
Gracias a la gran adaptabilidad de la raza progresaron y se popularizaron en los estados Unidos unos simplemente como mascotas, otros fueron regalados y otros más se utilizaron para la crianza pero como Japón con este país no tenía acuerdo de reconocimiento de los registros ningún aporte de sangre de perros Akita Japonés fue permitido posteriormente.

En 1955 el Señor M.K. Spelmeyer fundó la Asociación de perros Akita de América y en I956 la raza fue aceptada por el American Kennel Club en el grupo de misceláneos, ese mismo año se funda el Akita Kennel Club que posteriormente es renombrado Akita Club of America (Club de Akita de América) que en 1969 llega a ser el más importante club de la raza en los EEUU.

En 1973 la raza Akita fue admitida en el grupo III Working del AKC y en 1975 por el Canadian Kennel Club. Para 1992 se establece el reconocimiento de registros entre Japón y los EUA, la selección bajo los gustos estadounidenses y de que también se habla hubo incorporación de sangre de Alaskan Malamute; para esos momentos ya existe una diferencia muy grande entre las razas al grado de llamarles a una Akita japonés y a la otra Akita Americano utilizando para su juzgamiento normas raciales diferentes especialmente en lo referente a la estructura ósea y al color.
Finalmente en 1995 el Akita Club of America es reconocido por el AKC.

Akita
Gran Perro Japonés

En abril de 1999 la FCI toma la decisión de separar al Akita en dos razas diferentes con normas raciales diferentes a una la denomina Akita (basada en el estándar japonés) colocada en el Grupo V perros tipo spitz y tipo primitivo y a la otra Gran Perro Japonés (basada en el estándar estadounidense) insertada en el grupo II perros tipo pinscher y schnauzer, molosoides, perros tipo de montaña y Boyeros suizos y razasa semejantes.

Ni los estadounidenses, los ingleses, ni los canadienses lo han aceptado y le siguen denominado Akita a la raza.

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Muy interesante

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